- El año pasado El Rey Felipe VI esquía este fin de semana en Formigal
- Ocio La nueva escapada del Rey Felipe sin la Reina Letizia para disfrutar de su gran pasión con amigos
Felipe VI se ha deslizado por una pista de esquí desconocida para él, la de Valdelinares. El Rey de España es un gran aficionado a este deporte, y es habitual que se escapé a practicarlo durante el invierno, pero esta es la primera vez que lo hace en esta pista de Teruel. Llegó al paraje aragonés el domingo alrededor de la 13.30 donde estuvo varias horas disfrutando del descenso por esas colinas nevadas. Él mismo ha calificado el lugar como un destino "recomendable", según reveló a los periodistas que le preguntaron, asegurando también que es "muy bonito y hay nieve". Lo hizo mientras se ponía los esquís y se preparaba para los primeros descensos.
A pesar de las dificultades para llegar desde Madrid en coche, debido al viento y la nieve, Felipe VI pasó toda la tarde esquiando y aprovechando al máximo los más de 11 kilómetros esquiables con los que cuenta esta estación gestionada por el grupo Aramón..
El Rey es conocido por su destreza en este deporte. Tanto es así que acostumbra a realizar sus bajadas por las pistas negras, pero en esta ocasión ha tenido que hacerlo por las azules, ya que son las que actualmente tienen abiertas. Tal y como informa la página web turolense, cuentan con ocho pistas abiertas, entre ellas la Central, El Bosque o Monegro.
Bien acompañado, pero sin la Reina
La Reina Letizia no ha acompañado al Rey, quien ha acudido junto a un grupo de amigos entre los que se encuentra Kyril de Bulgaria, según medios locales. Además, el Monarca ha estado acompañado de Mario Gómez, director de la estación, y una persona de su equipo de seguridad. En una de las paradas a descansar, y aunque pasó totalmente desapercibido entre la mayor parte de los esquiadores, el Rey fue parado por algunos visitantes de la estación con los que ha intercambiado algunas palabras y más de un selfie, haciendo que todos los presentes se fueran contentos con su recuerdo invernal.
Tras dos horas esquiando, el monarca acudió a la zona de descanso donde recargó las pilas con un buen almuerzo: conservas de cerdo, embutido de la zona y pastas totalmente artesanales con las que Felipe VI pudo degustar algunos de los sabores tradicionales aragoneses. Los encargados del establecimiento reconocieron que habían adquirido los productos esa misma mañana, ya que hasta entonces desconocían si finalmente el Rey se decantaría por sus instalaciones.