¿Qué sería de una Nochebuena o una Nochevieja sin mojar los labios en la bebida más festiva de todas: el champán? Ambas fechas son ocasiones realmente especiales en las que te vistes para ver cómo suben las miles de burbujas por las flautas y brindas con tus amigos y familia sin preocupación, todo ello con una sonrisa en el rostro y cierto toque de elegancia.
Y como claramente todos buscamos lo mejor para estas fechas, es crucial prestar especial atención al elegir las botellas a descorchar. Por eso, en el equipo editorial de GQ hemos reunido nuestras botellas de champán favoritas para compartir en estas fiestas.
Champán Alfred Gratien
Durante cuatro generaciones, la familia Jaeger, con sede en Epernay, Francia, ha sido maestra de bodega de padres a hijos, velando por el respeto del estilo Alfred Gratien, con un lugar esencial para el Chardonnay. Este año, la casa presenta uno de sus productos excepcionales con La Cuvée Passation 2008, sinónimo de herencia y rareza. En formato magnum y presentada en un estuche de madera especialmente diseñado para la ocasión, esta cuvée de añada se ha limitado a 410 ejemplares.
Champán Gosset
Es en Aÿ, en la casa vinícola más antigua de Champaña, que data del siglo XVI, donde se elabora este champán. Mezclado principalmente con Chardonnay y Pinot Noir, Gosset Brut Grande Réserve ofrece una sutil mezcla de sabores potentes y afrutados. Perfecto para disfrutar en la mesa esta Navidad, para brindar en Año Nuevo o como un simple aperitivo.
Champán Don Perignon
Aunque Dom Pérignon probablemente esté más presente en las mesas de los clubes nocturnos que en las bodegas de nuestros abuelos, no por ello es menos complejo o de menos calidad. Este champán de añada se elabora a partir de uvas cuidadosamente seleccionadas para ofrecer a los conocedores aromas de prestigio. Es suave, brillante y generoso. Para añadir aún más brillo a su velada, la casa ha presentado este año el Champagne Dom Pérignon Rosé Vintage 2008 Edición Limitada Lady Gaga, presentada en un lujoso estuche.
Champán Moët & Chandon
Moët Impérial es el champán emblemático de la Casa desde 1869. Es una mezcla armoniosa de tres variedades de uva de Champagne. Entre un 20% y un 30% de vinos de reserva especialmente seleccionados completan la mezcla y refuerzan su madurez, complejidad y consistencia. Esta es la receta de la excelencia. Y si quieres prolongar el placer, La Maison Moët también tiene una cuvée Grand Vintage 2013 cuya potencia se percibe de inmediato. Sus siete años de maduración en bodega le permiten desarrollar un carácter verdaderamente único.
Champán Veuve Cliquot
Con su emblemática etiqueta de color mandarina, este champán, que parece un monumento nacional, tiene su origen a tiro de piedra de la ciudad de Reims. Su variedad de uva Pinot Noir dominante aporta mucho sabor y redondez al paladar. También es famosa por sus burbujas, que son numerosas y finas. A su lado, encontramos La Grande Dame, una cuvée cuya mezcla se compone de un 92% de pinot noir y un 8% de chardonnay. Es excepcional por la belleza de su estructura y su sabor lleno de frutos rojos.
Champán Mumm
En un elegante estuche, descubrimos una botella de champán de renombre universal y notable consistencia, todo ello por un precio muy asequible. Entre la potencia aromática y la riqueza afrutada del pinot noir, el champán Mumm Cordon Rouge es un acierto para cualquier evento de la época festiva. Para beber muy, muy frío.
El abuso del alcohol es peligroso para la salud. Bebe con moderación.
Artículo publicado originalmente en GQ Francia.
