Vecinos de Sevilla llevan al Defensor el cambio de nombre de su calle: “No hemos podido participar de esa decisión”

La Barreduela Antolínez mantiene su rótulo pero formalmente ya es Barreduela Virgen de las Tristezas tras el cambio de nominación respaldado por el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla el pasado 17 de octubre, tal y como informó este periódico. No es un cambio más en el callejero porque, en este caso, los 14 vecinos directamente afectados, los que viven en esa calle, no querían ni quieren la modificación. Se han mostrado en contra por el fondo pero también por las formas: “Ninguno de los vecinos de la calle hemos sido conocedores de la propuesta de cambio de denominación, ni hemos podido participar de esta decisión”, resumen en una queja remitida ahora al Defensor del Pueblo Andaluz tras haber dirigido escritos “sin respuesta” al Distrito Centro del Ayuntamiento, a Estadística, a Urbanismo y al propio Ayuntamiento.
Alguna de las empresas suministradoras de servicios ya ha empezado a enviar los recibos. “Yo llamé a la entidad diciendo que no era mi calle. Tomó nota de la queja y me sugirió que hablara con alguna asociación de patrimonio, que es lo que he hecho también”, comenta a SevillaelDiario.es una de las vecinas. “Nadie del Ayuntamiento nos ha comunicado nada”, insiste al hablar en representación de sus vecinos de calle. “Es una absoluta falta de respeto”, resumió otra vecina que acompañó la visita de este periódico a la barreduela. “Nos sentimos ultrajados”, se sinceraba otro de los propietarios e inquilinos del callejón, que acoge apenas cuatro portales de viviendas con una numeración algo caótica.
“Me dirijo a esta Defensoría para exponer la queja de los vecinos y vecinas de la calle Antolínez en Sevilla, a quienes represento y han firmado en los distintos documentos aportados para adherirse a esta reclamación. Queremos manifestar el malestar que ha ocasionado la modificación o propuesta modificación de la denominación de nuestra calle, pasando a llamarse actualmente Barreduela María Santísima de las Tristezas”, reza el nuevo escrito dirigido al Defensor del Pueblo Andaluz.
Consulta en “calles aledañas”
En la queja se recuerda que en ese sentido “nos hemos dirigido por Registro de Entrada al Distrito Centro del Ayuntamiento, a Estadística, a Urbanismo y al propio Ayuntamiento para solicitar la nulidad del procedimiento y acordar medidas cautelares de suspensión del acto impugnado”, rogando que la institución “pueda consultar los escritos que se han dirigido a los mencionados organismos para poder ampliar la información de las actuaciones llevadas a cabo en este procedimiento y conocer así la pretensión de la queja por parte de los vecinos y vecinas que suscriben” y solicitando que admita a trámite la queja “y realice las investigaciones que estime oportunas para esclarecer los hechos”.
La nueva nominación se volvió a tratar en una reciente Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo en la que Manuel Fernández, vocal de Con Podemos–IU, sacó a relucir el malestar de estos vecinos, preguntando concretamente qué procedimiento exacto se siguió para consultar a los vecinos de la barreduela Antolínez antes de aprobar el cambio de nombre, cuántos residentes fueron consultados y cuál fue el resultado de la consulta, cuál fue la justificación concreta utilizada para modificar el nombre de la calle, cuáles fueron los criterios seguidos por el Ayuntamiento para considerar que existía acuerdo vecinal y si, de acuerdo a lo anterior, la corporación tiene previsto atender la petición de esos vecinos y revocar el cambio de nombre de la calle restituyendo su denominación original.
La delegada del Distrito, María Amidea Navarro Rivas, señaló que solo había “dos” vecinos que estaban en desacuerdo, que el proceso se había hecho según lo establecido y que se había preguntado a muchos vecinos de “calles aledañas”, según fuentes de la junta municipal.
En el número 8 de la calle residen unas monjas esclavas en unas dependencias que tiene el Colegio Sagrado Corazón por las que se entra desde la barreduela. No fueron consultadas por los vecinos que han reclamado, pero “ninguno de los que vivimos aquí admitimos el cambio del nombre y firmamos los escritos, excepto las monjas”. Según puedo saber este periódico, personas ligadas a la Hermandad de la Veracruz, en el otoño de 2023 pulsaron el ambiente del barrio del entorno de Capilla del Dulce Nombre de Jesús, entre las calles Baños y Jesús de la Vera Cruz, que precisamente recibe el nombre del titular de la cofradía católica. En el caso que nos ocupa, la hermandad pedía a los vecinos si querían darle una calle en el barrio a la virgen, sin especificar cuál.
El camino administrativo
La Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo, en su sesión plenaria del pasado 5 de septiembre aprobó favorablemente la propuesta del cambio de nombre. Consta en el expediente instruido en el Área de Hacienda, Administración y Transformación Digital un informe emitido por el Servicio de Estadística con fecha 25 de enero de 2024. En las actas públicas no consta quién propuso el cambio de nominación, solo se apunta que “como medio y cauce de participación de las personas, directamente o a través de las organizaciones y asociaciones de la ciudad, se elevó la propuesta a la Junta Municipal del Distrito Casco Antiguo”. El cambio, junto a las nuevas rotulaciones de la Plaza Capataz Jesús Basterra en Triana y María Santísima en su Soledad en la parte trasera de la Parroquia San Lorenzo, fue votado a favor en el pleno del Ayuntamiento de Sevilla por 13 concejales del PP, 11 del PSOE y los 3 de Vox. Los dos concejales de Con Podemos-IU se abstuvieron.
Durante la junta de Distrito Casco Antiguo de septiembre, que valoró un total de tres cambios de nombres (todos con propuestas religiosas: Barreduela Virgen de las Tristezas, Paseo María Santísima de la Candelaria y María Santísima en su Soledad), el representante de Con Podemos-IU, Manuel Fernández, se mostró contrario a ellos, ya que su grupo tiene “el laicismo como parte del ideario político”, oponiéndose “con carácter general a denominar las calles con nombres religiosos”. También se opuso la portavoz de la AAVV Pulmón Verde, Sandra Camps. El cambio salió adelante con 11 votos a favor y 5 en contra.
Germán Barquín, de Vox, mostró en aquella junta de Distrito precisamente su preocupación por la nueva vía Virgen de las Tristezas porque “tiene varios números”, abogando por “evitar molestias e inconvenientes a los vecinos”. La presidenta de la junta dijo en ese punto que “hay personas que han pedido cambiar alguna calle y no se ha traído aquí porque había un voto en contra de algún vecino. Esta se ha traído con el acuerdo de los tres vecinos afectados”, si bien no es posible detallar si se refería a Virgen de las Tristezas o al Paseo María Santísima de la Candelaria, en los Jardines de Murillo, que le quita el nombre a un trozo del Paseo Catalina de Ribera frente al descontento de la AAVV Amigos del Barrio de Santa Cruz. Mientras la representante del PSOE (Violeta Lobo) lamentó que “lo que sí se debería haber hecho es enviar una exposición de motivos que justificase la propuesta” porque “todo está condicionado al informe de Estadística”. Por parte del PP, Andrés Déniz apuntó que “siempre desde el PP se ha apoyado el cambio de nombre de calles” porque “el nombre del callejero debe ser algo vivo también”. Hace unos meses, el gobierno local del PP tuvo que disculparse tras 'resucitar' los nombres franquistas de dos calles en un documento.
En la cartografía desde 1862
Entre los argumentos para que se mantenga el nombre de su barreduela señalan los vecinos que la ordenanza reguladora de los criterios técnicos para la rotulación, numeración y denominación de las vías públicas del Ayuntamiento de Sevilla describe en el artículo 8º que “se mantendrán los nombres actuales que se hayan consolidado por el uso popular” y que, en el caso de justificar su modificación debidamente, el Ayuntamiento atenderá “los posibles perjuicios que pudieran derivarse para los vecinos afectados por dicha modificación”.
Los vecinos apuntan que en su caso “no se dan ninguna de las dos circunstancias y que no se ha tenido en cuenta en el proceso la opinión y el sentir de los damnificados por el cambio”. Pese a que el acuerdo plenario obliga a “dar traslado a todas aquellas personas e instituciones afectadas por la citada nominación, organismos oficiales y empresas de servicios”, los vecinos aseguran que no han recibido “ni un papel” al respecto. “No tengo interés en que se cambie el nombre por el de una virgen pero, sobre todo, no quiero que se cambie. Estoy encantada con que sea un pintor el que da nombre a nuestra calle”, sentencia una vecina.
De acuerdo al escrito de los vecinos, y según ha comprobado este periódico, el 'Diccionario Histórico de las calles de Sevilla', editado en 1993 por la Consejería de Obras Públicas y Transportes y el Ayuntamiento, la vía se llama Antolínez desde 1862, si bien siete años más tarde se segregó un tramo que desemboca en Gavidia. Y así lo atestigua también, según los vecinos, la Cartografía Histórica de la ciudad de acuerdo al Plano Taquimétrico de Sevilla y sus afueras, de Juan Talavera de la. Vega, Ricardo M.ª Vidal y de Soto, M. Grima, de 1890.
El pintor “extravagante”
“La denominación está consolidada en el acervo popular (más de 150 años) y no cabe su modificación según las propias ordenanzas municipales, más aún si se tiene en cuenta la imposibilidad que han tenido los vecinos, por la desinformación respecto a los trámites hechos de oficio, para poder hacer alegaciones en tiempo y forma. En la poca información recabada tras conocer la noticia, las consultas efectuadas en el barrio (no a los directamente afectados) no se indicaban los nombres concretos de las calles a sustituir por los nuevos propuestos, lo que tergiversa la consulta”, relatan en su escrito formal.
Según la ficha del pintor en la web del Museo del Prado, Francisco Antolínez, fue descrito por otro pintor coetáneo, Antonio Palomino, como “maniático y extravagante”. “A pesar de dedicarse profesionalmente a la abogacía, su curiosidad le llevó a interesarse por muy diversas materias, especialmente por todo lo relacionado con la erudición intelectual”, lo que le llevó a “practicar la pintura, obteniendo éxito con obras de pequeño tamaño en las que aparecen habitualmente personajes de figura menuda envueltos en un fondo paisajístico o arquitectónico”, alguna de ellas colgadas en el vecino Palacio de Dueñas.
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