Ha creado uno de los personajes que ya son historia de la televisión: Paulina de la Mora, una de las protagonistas de ‘La casa de las flores’ de Netflix, y que le ha dado a Cecilia Suárez el peso internacional del que ya gozaba en México, su país. La serie, creada por Manolo Caro, estrena el jueves 23 su tercera y última temporada en la plataforma. Un punto y final para la familia y en el que conoceremos la juventud de los personajes interpretados por Verónica Castro (Virginia), Ernesto (Arturo Ríos) o Salo (David Ostrosky).
Enamorada de nuestro país, donde permanece confinada, la actriz nos cuenta en esta entrevista en directo en nuestro canal de instagram lo que ha supuesto en su carrera el personaje de la serie, que se ha convertido en un icono; cuáles son sus próximos proyectos; con qué compañeros españoles le gustaría coincidir; o por qué, tras participar en varias series americanas, decidió que Hollywood no era lo suyo.
La última temporada de la serie arranca con Paulina en la cárcel…
Yo nunca estuve de acuerdo con eso y se lo dije a Manolo. ¡Si ella es extraordinaria persona! Pero la verdad es que está chistosona y fue muy divertido compartir secuencias con Mariana Treviño, que interpreta a Jeny.
¿Alguna inspiración en ‘Vis a vis’?
Justo en esta temporada, El Oasis, está mi amigo David Ostrosky, que interpreta al doctor Cohen en ‘La casa de las flores’. Y soy muy fan del trabajo de Najwa Nimri.
Para Paulina te inspiraste en varias personas reales. ¿Alguna de ellas se reconoció?
Yo le avisé a la hermana de una de ellas, que para mí había sido un referente muy claro y le dije antes de que saliera la primera temporada: ‘Me gustaría decirte que le hagas saber a ella que es un homenaje a lo que ustedes son, quien ustedes son y a tu hermana que quiero tanto’. No se enfadó ni nada, imagínate si así habla… No es una persona común, es una persona muy especial y muy mágica.
Manolo Caro, el creador de la serie, y tú, además sois amigos. La relación personal y profesional no siempre funciona…
Es una suerte enorme. Había hecho cameos, un corto…cuando hicios la película ‘Elvira’, la primera en la que trabajamos juntos, los colegas apostaban a que nuestra amistad iba a terminar después del rodaje. Y, contrario a esos pronósticos, selló nuestra amistad, nuestra colaboración como entes creadores y nos hizo saber que nos entendíamos muy bien en ese otro plano.
¿Fue duro el final?
Había ganas de terminar, estábamos listos. Y fue una mezcla de emociones porque es una familia muy querida para nosotros.
¿Cómo ha sido trabajar con Paco y María León?
¡Ya solo me falta Carmina! Los amo, los León son punto y aparte. Todavía recuerdo el abrazo que me dio Paco, sin conocernos de nada, el primer día que vino al set. Es muy libre, abierto, relajado, divertido… Y María igual. Son un par de locos, son una delicia.
Sin duda, uno de los personajes que más ha llegado al público, junto con Paulina, ha sido El Cacas.
Bueno, es que incluso hay una oficina de Netflix en México que se llama El Cacas. Nos vemos en El Cacas, así… (risas). También hay otra que se llama Paulina de la Mora.
Justo antes del confinamiento ibas a estrenar en Madrid en el teatro ‘El sonido oculto’.
Estábamos a cuatro días de entrar en el teatro, es una espinita que tengo clavada y ojalá el universo conspire para que podamos retomarla.
Tu próximo proyecto, que ya has grabado, es la miniserie ‘Alguien tiene que morir’, con Carmen Maura.
Sí, la conocí en el rodaje de ‘Cuando los hijos regresan’ y somos muy amigas. Manolo Caro la quería conocer, quedamos para comer, se hicieron amigos y pensó en ella para un personaje de la serie. Carmen es punto y aparte. Siento adoración por ella en todos los sentidos.
Últimamente no paras de trabajar en nuestro país. Hay algo con España…
Yo ahora me vengo a enterar… (risas). Mi abuelo era asturiano y ha sido fuerte reconocer esa parte de mí.
Has trabajado en varias series americanas, pero no te quedaste allí…
Me encantan los pagos de los gringos, es otra industria, y es muy claro en eso, en los sueldos. Te aliviana por mucho tiempo en países como el mío, pero lo que yo entendí viviendo en Los Ángeles es que las historias iban forzosamente desde el punto de vista gringo. Una visión muy reducida sobre quiénes somos nosotros. Y no estaba dispuesta a pagar ese precio.
Director digital de Fotogramas.es y el español vivo que ha visto y ve más cine español. Se mete 1,7 películas al día y escribe sobre ellas 40 horas a la semana desde hace 20 años. Y no solo cine patrio. Desde los títulos más indies hasta los blockbuster imprescindibles o lo más selecto de los festivales internacionales. Todo vale para alimentar su inagotable ansia cinéfila. Y, por supuesto, sin dejar de lado las series de televisión.
Por su grabadora ha pasado todo el 'star system' español… y gran parte del internacional. Desde que se licenció en Periodismo allá por… Bueno, desde que se licenció en Periodismo, ha trabajado en varias cabeceras de Hearst, como TP, Supertele o Teleindiscreta, antes de aterrizar en Fotogramas, curiosamente, la revista que le empezó a despertar su pasión por el séptimo arte desde bien pequeñito.
También es actor pero, a la espera del Goya Revelación, está felizmente encasillado en su papel.